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Periodistas y melómanos de distintos países levantaron el sitio que recopila las producciones discográficas más representativas y trascendentes, aparecidas entre 1920 y 2022.

Corría abril de 2021 y en plena pandemia del COVID a nivel mundial, los chilenos Jorge Cárcamo y Cristofer Rodríguez (editor del libro ganador del Premio Pulsar 2022 «Los 200 discos del rock chileno»), decidieron lanzar una invitación abierta a través de Twitter para que la gente propusiera discos esenciales para la historia de América Latina del siglo XX. Entre las colaboraciones espontáneas de una decena de entusiastas, se armó una lista de 100 discos que luego compartieron públicamente.

Esto fue el antecedente del proyecto de 600 discos de Latinoamérica, el cual tomó esta idea primigenia, pero esta vez de la mano de un grupo de latinoamericanos que lo llevó de algo intuitivo e instantáneo a un trabajo más pensado y detallado. Sus colaboradores, señalan que esta tarea titánica conllevó varios retos; El primero, cómo definir qué refleja la identidad latinoamericana y, segundo, cómo determinar que un artista puede ser considerado como latinoamericano.

En un momento, la hoja de cálculo donde trabajaban llegó a tener más de 2000 álbumes. Su siguiente reto fue reducirla a 500, sin embargo, el corazón les ganó y el número definitivo quedó en 600.

Luego de tres años, en abril de 2024, se lanzó esta propuesta como un sitio web, donde ya se puede revisar casi la totalidad del conteo (faltando solo los últimos 100). Las entregas de cien discos fueron publicándose mes a mes y en julio se espera llegar al número uno.

Por lo pronto, si de discos chilenos se trata, ya podemos ver títulos como “El folklore de Chile” (Violeta Parra), “Juventud Americana” (Ases Falsos), “Esquemas juveniles” (Javiera Mena), “Invisible” (La Ley), “¿Quién mató a Gaete?” (Mauricio Redolés), “Ser hümano!!” (Tiro de Gracia), “Corazones” (Los Prisioneros), “Pongo en tus manos abiertas…” (Víctor Jara), y “La espada y la pared” (Los Tres), entre muchos otros.

Cada uno de ellos convive perfectamente con placas de países vecinos (de aristas como Manal, Trovadores Cubanos, Brujería, Babasónicos, La Máquina de Hacer Pájaros y Caifanes, entre otros cientos) y con distintos géneros y estilos, que van desde música de cámara, jazz y experimental, hasta metal, reggaeton, hip-hop, alternativo y electrónica, pasando por la música de cada región, como el tango, la banda, el norteño, la cumbia, la salsa, la samba, el bolero y muchos más

“Lejos de ser enciclopédica, la lista es nuestra celebración de latinidad, en el repaso de sus géneros musicales como en las nacionalidades y su gran historia, materializada en 600 discos. Y como detrás de todos esos idearios también se enfrentaban nuestras subjetividades, prejuicios y apreciaciones, también entendemos que es inevitable que podamos ser objeto de críticas, las cuales mientras más constructivas y argumentadas sean se convierten en alimento para la conversación y aporte a la cultura latinoamericana, de la que dentro de nuestras diferencias y antagónicas posiciones también podemos encontrarnos en la similitud de nuestras vivencias e idiosincrasias”, comenta sobre el proyecto uno de sus líderes, Jorge Mercado (Perú).